Ayer a las 12 del mediodía trasladaban al joven jinete Yoneiro Villalobos desde la sala de terapia intensiva a uno de los pabellones de la Clínica "Atías" en Caracas. Iba acostado en una camilla con el cuello y el cuerpo inmovilizados, conectado a unos monitores y arrastrado por dos enfermeras que se abrían paso entre los hípicos que estaban agolpados cerca del ascensor, para ver pasar al látigo zuliano. El sábado a la 1 de la tarde, Villalobos obtuvo la que puede ser su última victoria, lo hizo abordo de la yegua Venturosa, después condujo a Papá Goriot en la quinta prueba del mismo día, en la que arribó cuarto y en la siguiente montó a Andrómeda. Luego fue al recinto y se preparó para la monta más fatal de su carrera: la del caballo Atravesao. Atravesao debutaba ayer con la preparación de Jesús Eduardo Benedetti, el animal partió por el puesto 7, quedó último en la largada y luego comenzó a hacer extraños. Después de unos 400 metros de recorrido, Atravesao hizo un violento cambio de línea que sacó a su jinete de la silla. La rodada no fue aparatosa, más bien parecía una caída que no produciría más que contusiones leves, pero la realidad fue otra. Yoneiro Villalobos tocó la arena de La Rinconada con los pies y la fuerza de inercia hizo que su cuerpo se inclinara hacia adelante, según la versión de uno de los allegados, Villalobos comentó que cuando se fue de bruces, su cabeza quedó atrapada entre las patas delanteras del caballo y en el movimiento natural del animal su cuello viró de forma brusca antes de quedar tendido en la pista. La versión de que ofreció su agente, Reymond Betancourt, y que después fue confirmada por otro jinete, explica que el jockey no quedó inconsciente, pero que le expresó a quienes lo auxiliaron en la ambulancia del hipódromo, que no podía mover ninguna de sus extremidades. Fue puesto en la camilla boca abajo y trasladado en la ambulancia al servicio médico del hipódromo, donde esperaba el traumatólogo y propietario doctor Franco Cincotti DOrazzio. Según informó ayer otro atleta, el doctor Cincotti, se sorprendió de que el joven de 22 años hubiera sido colocado boca abajo y mandó a que invirtieran la posición de su cuerpo, posteriormente al observar los síntomas pidió un collarín plástico, esteroides y un martillo para chequear reflejos, de acuerdo a lo que dijo el informante, sólo había un collarín de goma espuma, el cual no es adecuado para el tipo de lesión. El resto de los utensilios solicitados no estaban disponibles en la medicatura. Los reflejos tuvieron que chequearlos con el foete, pues según su colega no había en el servicio médico del INH, un martillo para examinar los reflejos del paciente. LA MALA NOTICIA En la Clínica "Atías", una hora más tarde, se encargó del caso el doctor Julio Rey, traumatólogo especialista en lesiones de columna y cuello. Reymond Betancourt, el agente de Yoneiro, fue informado, después de una revisión, de que su representado sería internado en terapia intensiva y que la situación era grave: fractura del hueso de la columna que técnicamente se conoce como "C5" e incrustación de fragmento óseo en la médula espinal, lo que, según el tratante, ameritaba operación de emergencia. Además del diagnóstico, el médico informó que la intervención reemplazaría la parte afectada por una prótesis, y que de acuerdo a los estudios realizados, tenía pocas posibilidades de volver a caminar El costo de la operación supera los 63 mil bolívares fuertes, (63 millones en la moneda anterior), la póliza que mantiene la unión de jinetes para su afiliados es proporcionada por Quality Seguros, que se tardó más de 12 horas en aprobar la denominada clave de aprobación, que confirma que la compañía se hace responsable de los gastos. Ayer en la mañana, la empresa aseguradora aprobó un monto de 42 mil bolívares para la intervención y el centro médico pidió un fiador que se hiciera responsable por la cantidad restante, para poder proceder. Cada vez la operación se hacía más urgente, pues si se dejaba avanzar los daños colaterales de la lesión, el paciente podría sufrir un paro respiratorio y morir. Entonces el entrenador Oscar González, que estaba presente, firmó un compromiso de pago con el centro médico y entregó un cheque personal por el monto restante. Después del aporte de González, la Asociación de Propietarios La Rinconada (Asoprorín) hizo contacto con el entrenador y se comprometió a reponer hoy la suma con la que éste había contribuido. La intervención tenía un tiempo estimado de 7 horas, Villalobos fue internado al quirófano consciente y con ánimo: "Tengo fe en Dios, lo que me sucedió le puede pasar a cualquiera en esta profesión, saldré bien de esto y luego me pondré de nuevo en condiciones para seguir montando", le expresó a su agente sin conocer por completo el pronóstico acerca de su caso. El sábado cuando llegó no tenía movilidad en las extremidades, pero ayer cuando entró al quirófano podía mover las manos y los hombros y coordinar dichos movimientos. Sus familiares, su agente, sus colegas y otras personas del medio están tratando de conseguir ayuda del hipódromo o de alguna otra institución que pueda costear los gastos del postoperatorio y la rehabilitación. LUZ AL FINAL DEL TÚNEL El agente Reymond Betancourt dijo que a pesar del lamentable pronóstico y de la altas probabilidades de que el deportista pierda la movilidad en sus piernas, el doctor Rey le explicó que por tratarse de un atleta muy joven, pudiera darse el caso de que se recupere completamente, aunque en una escala de posibilidades muy baja, y siguiendo un costoso y tardío proceso de rehabilitación.